Me gustaría despertarme mañana y ser Kirsten Dunst. Si, me encantaría, a ver hay varias personas que me gustaría ser, más que yo, de la noche a la mañana, per Kirsten es sin duda, de las mejores.
Despertarme y ser ella, pero no como en John Malcovich, no estar adentro de ella. Ser ella enserio, totalmente ella. Despertarme en su departamento seguramente en New York o algo así, seguramente desordenado, seguramente sin mucama con cama y con luz que entra por las seguramente grandes ventanas. Despertarme, abrir los ojos, seguramente todavía un poco drogada de la noche anterior. Despertarme con la sensación de estar llegando tarde a algún lado, y seguramente estoy llegando tarde a algún lado, probablemente un lado importante adonde cobro miles y miles de dólares por no llegar tarde, como una photoshoot o el rodaje de alguna película con algún director que probablemente no me rete, pero probablemente su asistente si o la gente de “hair & make up” bitch about me and my late arrival a mis espaldas, no se, tal vez el lado al que llego tarde es not important at all como un almuerzo con tres amigas en The Ivy, aunque eso sería si estuviéramos en LA, pero, whatever y mis tres amigas también llegaron un poco tarde, pero no perdemos la reserva por, no se olviden, soy Kirsten y me preguntan por mi roquerito del momento y seguramente les cuento y nos reimos y seguramente digo cosas como: “mmm no such and such is so two weeks ago” y nos reimos más y unos paparazzis me sacan fotos mientras como pero ya ni lo registro.
Volvamos al depto luminoso, seguramente tiene un answering machine como esos de las películas con una lucecita roja que no da abasto y repleto de mensajes y pips. Y seguramente tiene un placard más chico que el mío pero con mucha más ropa, all over the place, en otros cuartos, en cajas, en percheros, ropa que me mandan y me regalan y cruzan los dedos para use y para que me fotografíen con ella. Y seguro hay una cocina, un poco gris y plateada, que es no man´s land y en la heladera solo hay algo como leche o alguna botella de algún alcohol muy bueno que alguien me regalo, alguien como P.Diddy o alguien que haga ese tipo de regalos y piense que me puede venir bien,
Y en el asnwering machine seguramente hay mensajes de mi mamá que seguro vive en alguna casa de campo en algún lugar como Alabama con mis hermanos más chicos rubios o tal vez un poco pelirrojos que tienen vidas muy distintas a la mía y seguramente se olvidan de que son los hermanos de “Kirsten Dunst “, y seguramente mi mamá me deja mensajes contándome de ellos y cómo están y como los va en el colegio y seguramente sonrío como con felicidad, pero seguramente en verdad no me interesa y me olvido al medio minuto y seguramente a veces cansada me enojo con mi mamá por exponerme, por llevarme a un set de filmación a tan temprana edad.
Despertarme y ser ella, pero no como en John Malcovich, no estar adentro de ella. Ser ella enserio, totalmente ella. Despertarme en su departamento seguramente en New York o algo así, seguramente desordenado, seguramente sin mucama con cama y con luz que entra por las seguramente grandes ventanas. Despertarme, abrir los ojos, seguramente todavía un poco drogada de la noche anterior. Despertarme con la sensación de estar llegando tarde a algún lado, y seguramente estoy llegando tarde a algún lado, probablemente un lado importante adonde cobro miles y miles de dólares por no llegar tarde, como una photoshoot o el rodaje de alguna película con algún director que probablemente no me rete, pero probablemente su asistente si o la gente de “hair & make up” bitch about me and my late arrival a mis espaldas, no se, tal vez el lado al que llego tarde es not important at all como un almuerzo con tres amigas en The Ivy, aunque eso sería si estuviéramos en LA, pero, whatever y mis tres amigas también llegaron un poco tarde, pero no perdemos la reserva por, no se olviden, soy Kirsten y me preguntan por mi roquerito del momento y seguramente les cuento y nos reimos y seguramente digo cosas como: “mmm no such and such is so two weeks ago” y nos reimos más y unos paparazzis me sacan fotos mientras como pero ya ni lo registro.
Volvamos al depto luminoso, seguramente tiene un answering machine como esos de las películas con una lucecita roja que no da abasto y repleto de mensajes y pips. Y seguramente tiene un placard más chico que el mío pero con mucha más ropa, all over the place, en otros cuartos, en cajas, en percheros, ropa que me mandan y me regalan y cruzan los dedos para use y para que me fotografíen con ella. Y seguro hay una cocina, un poco gris y plateada, que es no man´s land y en la heladera solo hay algo como leche o alguna botella de algún alcohol muy bueno que alguien me regalo, alguien como P.Diddy o alguien que haga ese tipo de regalos y piense que me puede venir bien,
Y en el asnwering machine seguramente hay mensajes de mi mamá que seguro vive en alguna casa de campo en algún lugar como Alabama con mis hermanos más chicos rubios o tal vez un poco pelirrojos que tienen vidas muy distintas a la mía y seguramente se olvidan de que son los hermanos de “Kirsten Dunst “, y seguramente mi mamá me deja mensajes contándome de ellos y cómo están y como los va en el colegio y seguramente sonrío como con felicidad, pero seguramente en verdad no me interesa y me olvido al medio minuto y seguramente a veces cansada me enojo con mi mamá por exponerme, por llevarme a un set de filmación a tan temprana edad.