Te compraste un diamante que no brilla,
Un ruiseñor que no canta,
Un caballo que no cabalga,
Azúcar que no sala
Y sal que no endulza.
Tenés 17 pero pagás las cuentas.
Vivís solo pero no hacés lo que querés.
En el libertómetro te da mucho peor que a
él
Y mejor que a un preso.
Vas a trabajar temprano todos los días
Y un deber ser gigante y monstruoso te
persigue.
Ojalá que no te atrape la ola japonesa
enorme.
Ojalá tus papás te hubieran dicho cómo se
hacía,
Cómo se hacía para ser libre.