viernes, 23 de abril de 2010

Highway to Hell

Ponele que te gustan las frutillas, imaginaté. Ahora ponele que te re gustan las frutillas, te encantan. Hasta ahí vas bien. El problema es cuando descubrís que también te gusta la crema chantilly, esa a la que siempre le decías que no, la más asquerosa (asco te daba y mucho), la del pote (l´horreur). Ese es El-Día-en-que-te-Perdés, ese y ningún otro. Ahí es cuando empezás a transitar el camino equivocado. Y a comer muchas más frutillas (porque no todos los frutos del camino a la perdición hacen mal). Hacerlo mientras lees este libro, es solo un agravante.

4 comentarios:

Eduardo Martín Gómez dijo...

Muerte por sobredosis de frutillas.
Se me hace que te mando mail con preguntas. Te hare charlar un rato.

My fashion diary dijo...

Tremendo! Suerte que a mi me gustan con jugo de naranja solas, pero a veces peco con la crema.
Me hiciste acordar al otro día que tomaba el té con una amiga y recordabamos hitos en nuestra vida de "haber tocado fondo" ... bajarse un pote de helado y que el resto de tu familia te lo recrimine porque dejaste a todos sin postre. Comerse cinco paquetes de habanitos con una amiga... etcéteras

Echale Chimi dijo...

Frutillas, bien cortadas, sin la parte durita del stem, metidas en un bowl con sus propios jugos, azugar encima. La crema, en un tupper, con azucar impalpable, cerrar, y agitar como maraca. Despues, mmm el placer terrenal!

ArielMun dijo...

Peor es tomar birra intentando que "La Gesta del Marrano" te parezca entretenido, y recién vas por la 171...la putísima madre... ni un tercio, carajo... Me va a ahcer falta otra birroca más, para transitar este desfiladero embolate y aguinesco.... :(